Pekín golpea al Reino Unido después de que el primer ministro Boris Johnson prometió refugio a tres millones de personas que podrían huir de Hong Kong.
China advirtió al Reino Unido sobre interferir en los asuntos de Hong Kong después de que la antigua potencia colonial prometiera dar refugio a los locales que podrían huir de la ciudad si se aprueba una controvertida ley de seguridad.
El primer ministro británico, Boris Johnson, escribió en un artículo de opinión el miércoles que ofrecería millones de visas de Hong Kong y una posible ruta a la ciudadanía del Reino Unido si China promulgara su ley de seguridad nacional que fue aprobada por el Parlamento la semana pasada.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China acusó al Reino Unido de tener una mentalidad colonial con su vínculo histórico con Hong Hong derivado de “tratados agresivos y desiguales”.
“Aconsejamos al Reino Unido que retroceda desde el borde, abandone su mentalidad de la Guerra Fría y su mentalidad colonial, y reconozca y respete el hecho de que Hong Kong ha regresado” a China, dijo su portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, en una conferencia de prensa regular el miércoles.
Zhao dijo que Londres debe “dejar de interferir inmediatamente en los asuntos de Hong Kong y los asuntos internos de China, o esto definitivamente será contraproducente”.
Estados Unidos y el Reino Unido han enfurecido a Beijing con sus críticas a la legislación de seguridad nacional planificada que los críticos temen destruir las libertades limitadas de la ciudad semiautónoma.
Kristina Yu de Al Jazeera, informando desde la capital, Beijing, dijo: “Hemos escuchado este lenguaje antes cuando China respondió a las declaraciones de Estados Unidos, pero parece que el Reino Unido ahora también está en los libros malos del ministerio de relaciones exteriores de China”.
Hong Kong ha sido sacudido por meses de enormes y a menudo violentas protestas prodemocráticas durante el año pasado. Beijing anunció planes para introducir una ley de seguridad nacional que abarque la secesión, la subversión del poder estatal, el terrorismo y la interferencia extranjera.
China dice que la ley, que pasará por alto a la legislatura de Hong Kong, es necesaria para abordar el “terrorismo” y el “separatismo” en una ciudad inquieta que ahora considera una amenaza directa a la seguridad nacional.
Pero los opositores, incluidas muchas naciones occidentales, temen que traiga la opresión política al estilo continental a un centro de negocios que supuestamente garantizó libertades y autonomía durante 50 años después de su transferencia a China desde el Imperio Británico en 1997.
El martes, en el Parlamento, el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, dijo que había contactado a Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá sobre planes de contingencia si la ley crea un diluvio de hongkoneses que buscan irse.
“Lo planteé ayer en la llamada de Five Eyes: la posibilidad de compartir la carga si vemos un éxodo masivo de Hong Kong”, dijo Raab a los políticos, haciendo referencia a la alianza de intercambio de inteligencia entre las cinco potencias.
Mientras tanto, las protestas han regresado a Hong Kong, con la policía tomando medidas enérgicas contra los manifestantes antigubernamentales. Se espera más interrupción el jueves cuando un proyecto de ley que prohibiría burlarse del himno nacional chino se decidirá en la legislatura de Hong Kong.