Científicos descubren once tipos de peces que pueden caminar

El estudio realizado por un grupo de científicos estadounidenses podría ayudar a reconstruir cómo pudieron haber llegado a ser los primeros vertebrados que caminaron por la tierra.

FLORIDA, EU.- Tras un arduo trabajo de investigación, un equipo internacional de científicos identificaron, al menos, once especies de peces que aparentemente tienen la capacidad de caminar.

En la investigación publicada en el Journal of Morphology, los autores explicaron que los hallazgos están basados en tomografías computarizadas y un nuevo mapa evolutivo de la familia de los balitóridos o lochas de torrente.

Incluye las únicas especies de peces vivos capturados en el acto de caminar: Un pez de las cavernas ciego y raro conocido como Cryptotora thamicola, o el pez ángel de las cavernas.

Se destacó que identificar las especies de lochas de río que tienen capacidad para caminar, puede ayudar a los científicos a reconstruir cómo pudieron haber llegado a ser los primeros vertebrados que caminaron por la tierra.

En un nuevo estudio, investigadores del Museo de Historia Natural de Florida, el Instituto de Tecnología de Nueva Jersey, la Universidad Estatal de Luisiana y la Universidad Maejo en Tailandia, analizaron la estructura ósea de casi 30 especies de lochas de torrente, describiendo por primera vez tres categorías de formas pélvicas.

Basándose en la forma del hueso que conecta las espinas de algunas lochas con sus aletas pélvicas, el equipo descubrió que otras diez especies de lochas compartían la cintura pélvica inusualmente robusta del pez ángel de las cavernas.

Resaltó que lo genial de esta investigación es que muestra con gran detalle que las cinturas pélvicas robustas son más comunes de lo que pensábamos en la familia de las lochas de torrente.

Randall aclaró que no todas las lochas son tan talentosas y aunque se encuentran más de 100 especies de lochas de las colinas en todo el sudeste asiático, el pez ángel de las cavernas es el único cuyas capacidades para caminar se han observado y estudiado.

El movimiento similar de éste al de una salamandra, impulsado por costillas agrandadas reforzadas con inserciones musculares estabilizadoras, fue descrita por primera vez en Scientific Reports en 2016 por Brooke Flammang, profesora asistente de biología en NJIT e investigadora principal del estudio.

Añadió el científico que la capacidad de caminar del pez ángel de las cavernas es una adaptación clave para sobrevivir a los rápidos arroyos de las cuevas. Puede agarrarse a los lechos rocosos y moverse entre hábitats, incluso hasta cascadas, a medida que los niveles de agua fluctúan en la estación seca.

La mayor movilidad del pez ángel de las cavernas podría ayudarlo a acceder a regiones de arroyos bien oxigenadas con pocos o ningún ocupante. Aún así, se sabe poco sobre la especie, incluido lo que come.

En el comunicado se expuso que el equipo utilizó una tomografía computarizada y un análisis de ADN para rastrear la historia evolutiva de la familia de las lochas de torrente y descubrió que, en lugar de evolucionar desde un solo origen, una región pélvica robusta apareció varias veces en la familia de las lochas de torrente.

“Aunque el pez ángel de las cavernas se describió por primera vez en 1988, esta es la primera vez que se incluye en el árbol genealógico de las lochas de torrente.

Con nuestros colaboradores tailandeses y utilizando el análisis de ADN, pudimos usar cientos de genes para rastrear cómo han evolucionado las formas pélvicas en estos peces con el tiempo y ahora, tenemos un árbol mucho más preciso que agrega un marco para estudiar cuántas especies pueden caminar y en qué medida pueden hacerlo”.

Dada la rareza de ver un pez ángel de las cavernas en el campo, el gerente del laboratorio de imágenes del Museo de Florida mencionó que el equipo se sorprendió al encontrar a seis de ellos aferrados al lecho de un arroyo poco profundo de flujo rápido entre estalagmitas brillantes en una de las cámaras de la cueva.

Agregó que dicha rareza significaba que las muestras de museo y los datos de TC eran clave para mapear la evolución de la familia.

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