La alcaldesa María Aurelia Leal López anuncia que construirán nuevo monumento de este personaje jesuita en el parque Villafañe, para destacar su importancia histórica
En el marco del 425 aniversario de la fundación de Guasave, la presidenta municipal María Aurelia Leal López, encabezó hoy la colocación de una ofrenda floral en el busto de Fray Hernando de Villafañe y anunció que se construirá un nuevo monumento de este personaje jesuita en el parque del mismo nombre, para enaltecer su importancia histórica y cultural en el municipio.
El acto simbólico y en el que se cuidó la sana distancia por la contingencia, estuvieron también Hortensia López Gaxiola, directora del Instituto de Cultura; Olga Lidia Contreras López, directora de Educación; además del secretario del Ayuntamiento Gerardo Peñuelas, el director de Seguridad Pública, Teniente Coronel Miguel Ángel Martínez Catana.
La directora del Instituto de Cultura de Guasave, Hortensia López Gaxiola hizo una reseña del legado histórico de Hernando de Villafañe, como fundador de Guasave, y del valor histórico de las piezas indígenas encontradas en Guasave, que se encuentran en el Museo de Historia Natural en Nueva York y otra parte en el Museo Nacional de Antropología en México. En Guasave hay réplicas en el Centro Cultural María del Rosario Espinoza.
EL LEGADO HISTÓRICO
Fray Hernando de Villafañe, originario de León, España fue uno de los sacerdotes más influyentes de la Compañía de Jesús en la época inicial en la misión de Sinaloa (Nueva Vizcaya), y es considerado como fundador de Guasave.
Llegó a esta tierra en mayo de 1595, donde estableció una misión modelo, donde además de evangelizar, trajo a los indígenas el conocimiento y desarrollo de la construcción con ladrillo de tierra, el arado y la siembra de trigo y garbanzo, el comercio, la ganadería, la agricultura y la técnica de la época colonial.
Esto le daría reconocimiento para ser rector del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, en la Ciudad de México, un alto cargo de la Compañía de Jesús; posteriormente fue trasladado a Roma como procurador de los jesuitas.
Vuelve a México y regresa a su trabajo eclesiástico en Guasave, donde falleció dejando las bases de lo que hoy 425 años después tenemos como municipio.