Construyó salón de clases móvil para enseñar a los alumnos sin internet

El profesor conocido como Lalito visita a cada uno de sus estudiantes dos veces a la semana y diseñó distintos métodos para mantener la sana distancia entre ellos.

Debido a la pandemia de coronavirus, niñas y niños dejaron de asistir a clases, por lo que distintos países generaron distintas medidas para continuar con el ciclo escolar, pero no todos cuentan con los recursos suficientes para tomar las clases virtuales.

Recientemente se dio a conocer la historia del maestro guatemalteco Gerardo Ixcoy, conocido como Profe Lalito, quien decidió construir un salón móvil para enseñarle a sus alumnos que no tienen internet.

Cuando el gobierno de Guatemala decidió cerrar las escuelas debido a la crisis sanitaria, el maestro decidió invertir sus ahorros en un triciclo y lo transformó en un salón de clases móvil, el cual le permite dar lecciones manteniendo una sana distancia.

“El querer apoyarlos y lo que ellos carecen de herramientas tecnológicas hablemos de computadoras, impresoras e Internet y por eso surge la idea de llevarles el pan del saber hasta la puerta de sus casas”, expresó en una entrevista para la agencia Associated Press.

Gerardo Ixcoy visita de lunes a viernes a sus alumnos del poblado guatemalteco de Santa Cruz del Quiché, en la que sólo un 13 por ciento de la población cuenta con acceso a Internet. Para dar sus clases, el maestro le puso una cortina de plástico como protección contra la transmisión de coronavirus, un pizarrón y un pequeño panel solar para darle energía al reproductor de audio que utiliza para sus clases.

El profesor intenta visitar a cada uno de sus alumnos dos veces a la semana. Una vez que llega a sus casas toca para que el estudiante salga de su hogar, los saluda sin acercarse y con un trapeador mide la distancia que debe de haber entre él y sus alumnos. Mientras que con un celular que se encuentra fijado a un ‘selfie stick’ les muestra videos o imágenes a sus estudiantes sin tener que usar una conexión eléctrica y sin acercarse a ellos. 

Para los alumnos y padres de familia la acción de Gerardo Ixcoy es un gran apoyo para que los pequeños continúen con su educación. “Son mi motor y mi energía para seguir pedaleando y ayudarlos a aprender y de igual forma ellos me han enseñado bastante”, concluyó el maestro. 

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