Equipos de demolición detonaron la noche de este domingo los explosivos instalados para derribar el resto del edificio de la localidad de Surfside, en Miami-Dade, que había colapsado parcialmente hace 11 días.
La implosión controlada ahora permitirá que los rescatistas reanuden la búsqueda de más víctimas entre los escombros.
Hasta el momento, 24 personas muertas han sido halladas entre los escombros y más de 120 siguen desaparecidas.
Las tareas de búsqueda y rescate entre los escombros fueron suspendidas desde el sábado debido a la demolición, por lo que hoy no hubo cambios en las cifras de muertos y desaparecidos.
Además de facilitar las labores de rescatistas, la demolición fue aprobada por la prevista llegada de la tormenta tropical “Elsa” al sur de Florida a partir de este lunes.
De acuerdo con la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, los rescatistas volverán al trabajo sin demora en cuanto se haya producido la demolición y las condiciones sean seguras para ello.
El método que se utilizó para hacer caer de manera controlada la estructura de 12 plantas y 40 años de antigüedad consistió en detonaciones de explosivos no muy potentes en lugares estratégicos para propiciar que fuera la fuerza de gravedad la que hiciera el grueso del trabajo.
Las hasta ahora 24 víctimas mortales del derrumbe ya han sido identificadas. Entre las víctimas y desaparecidos hay personas de muy diversas nacionalidades, como argentinos, cubanos, chilenos, colombianos, uruguayos y venezolanos, además de estadounidenses de origen puertorriqueño.