Peces se vuelven “adictos” a la metanfetamina por contaminación del agua; se olvidan de comer y reproducirse

Los residuos de las drogas terminan en las aguas de mares y ríos porque sustancias no se disuelven por completo en el organismo humano y una parte considerable se expulsa a través de las heces y la orina.

(Paher Portal).- El crimen organizado y la venta de drogas no es un asunto que sólo afecta a las sociedades, sino que también perjudica los ecosistemas. Un grupo de investigadores de la República Checa comprobó que los peces pueden volverse adictos a determinadas drogas que, en muchos países, contaminan las aguas marinas o ríos de las zonas urbanas.

Sus resultados, publicados en la revista científica Journal of Experimental Biology, sostienen que en muchas ocasiones los enervantes acaban en el mar por diversas razones, además de que muchas sustancias no se disuelven por completo en el organismo humano y una parte considerable se expulsa a través de las heces y la orina, que luego van a parar a los sistemas de alcantarillados que desembocan en los ríos. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, alrededor de 269 millones de personas en todo el mundo consumen drogas cada año, lo cual por sí sólo constituye un grave problema. 

¿Cuáles son las consecuencias de que los peces sean adictos a la droga?

De acuerdo con los autores del estudio, incluso un nivel bajo de contaminación por drogas en el agua puede tener un efecto devastador en la vida acuática. Para comprobar su punto experimentaron con truchas marrones. A un grupo la pusieron en un estanque limpio y a otro en un tanque mezclado con metanfetamina a una concentración de un microgramo por litro, una cantidad que podría estar presente en un arroyo contaminado.

Una vez transcurridas las ocho semanas, los investigadores trasladaron a todos los peces a un solo tanque atravesado por dos corrientes de agua. Una de las corrientes estaba mezclada con metanfetamina y la otra estaba limpia; al menos 50.5% de los peces previamente expuestos a la droga pasaron la mayor parte de su tiempo en el arroyo contaminado. También notaron que los especímenes “adictos” se movían con más lentitud y notaron cambios en las sustancias químicas del cerebro.

Los expertos sostuvieron que esto podría ser un problema, ya que los peces expuestos a enervantes podrían quedarse alrededor de las tuberías de los alcantarillados y perder interés en otras actividades indispensables para mantener el equilibrio en los mares.

Con Información de: (El Heraldo de México)

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