El Secretario General de Gobierno lamentó los recientes hechos en el penal de Aguaruto y reconoció que no se ha logrado erradicar la presencia de armas en los centros penitenciarios, pese a las revisiones constantes.
El Secretario General de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez, reconoció que la violencia al interior de los penales de Sinaloa continúa siendo un problema que no ha podido ser controlado, luego de los recientes hechos ocurridos en el penal de Aguaruto, donde se registró una riña que dejó como saldo un interno asesinado y tres más heridos, además del aseguramiento de una bomba artesanal, tres armas largas y dos cortas.
No se ha podido superar el tema de las armas al interior del penal, es cierto, es verdad. No obstante, reitero que se están atendiendo; todos los días se revisa e incluso ha habido revisiones permanentes. Esto es parte de la situación de inseguridad, del problema”, expresó el funcionario estatal.
Castro Meléndrez lamentó lo ocurrido y señaló que estos hechos reflejan el contexto de inseguridad que se vive en Sinaloa desde hace 13 meses, reiterando la atención constante por parte del Gobierno del Estado para atender la problemática penitenciaria.
Al ser cuestionado sobre la posible existencia de una red de corrupción dentro del sistema penitenciario, el Secretario evitó emitir juicios y sostuvo que las investigaciones corresponden a las instancias federales. Sin embargo, destacó que el enfoque de las estrategias implementadas debe centrarse en proteger la vida de las personas privadas de la libertad.
Cualquier aseveración que yo hiciera estaría inventando, porque le corresponde a las instancias que tienen la atribución de hacer la investigación. No es la estadística el referente que hay que poner adelante; estamos hablando de la vida. En ese sentido, todos los días se revisan las estrategias y procesos a implementar, y este problema sin duda es de una magnitud mayor”, subrayó.
Cabe mencionar que este es el tercer altercado registrado en el penal de Aguaruto durante el presente año, dejando un saldo total de al menos tres internos fallecidos, además del decomiso de drogas, armas, municiones y teléfonos celulares.