Milagro en altamar: capitanes cozumeleños sobreviven tras días a la deriva en el Golfo

La cooperación internacional y la fe de sus familias hicieron posible el rescate de Jorge Aragón y Ricardo Argáez, quienes regresan a casa como símbolo de esperanza.

La historia de los capitanes Jorge Aragón y Ricardo Argáez, originarios de Cozumel, es ya considerada un milagro en altamar. Tras zarpar el pasado 20 de agosto desde Key West, Florida, rumbo a Isla Mujeres, una falla en el suministro de combustible los dejó a la deriva en el Golfo de México a bordo de su embarcación de 32 pies.

Fueron varios días de incertidumbre que terminaron con un final alentador. A más de 250 millas al norte de Progreso, Yucatán, un buque de carga con bandera polaca avistó la embarcación e inmediatamente dio aviso a la Guardia Costera de Estados Unidos. La respuesta conjunta permitió que ambos marinos fueran rescatados y trasladados a la base naval de Puerto Juárez, donde recibieron atención médica.

“Gracias a Dios estamos vivos”, declararon al llegar a tierra firme, palabras que generaron alivio en sus familias y en toda la comunidad náutica de Quintana Roo, que nunca dejó de buscarlos ni de compartir alertas en redes sociales.

La gobernadora Mara Lezama sostuvo comunicación con ellos para expresar reconocimiento a su fortaleza y a la solidaridad que hizo posible su rescate. El operativo internacional destacó no solo por su efectividad, sino también por la unión de esfuerzos de marinos, autoridades y ciudadanos.

Hoy, en Cozumel, familiares y amigos se preparan para recibirlos como héroes, celebrando no solo su regreso, sino también la lección que dejan: en altamar, la vida puede depender de la fe, la preparación y la cooperación.

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