Durante las celebraciones decembrinas, el uso de pirotecnia vuelve a encender las alertas en el sector salud. La Dirección de Prevención y Promoción de la Salud exhortó a la ciudadanía a evitar por completo estos artefactos, al señalar que cada año se convierten en una causa recurrente de atención en los servicios de urgencias.
El titular del área, Gerardo Kenny Inzunza Leyva, explicó que las quemaduras representan el motivo más frecuente de consulta médica en esta temporada; sin embargo, advirtió que los daños no se limitan a lesiones leves. En años anteriores, se han documentado casos con consecuencias permanentes, como amputaciones de dedos, pérdida de extremidades y afectaciones irreversibles en la vista.
El funcionario fue enfático al señalar que no existe pirotecnia segura.
Cualquier cuete implica un riesgo real. Incluso aquellos que se consideran de bajo peligro pueden causar lesiones graves, como la pérdida de un ojo”, subrayó.
Agregó que el peligro también está presente en artefactos aparentemente inofensivos, como las luces de bengala, las cuales pueden provocar accidentes cuando se manipulan sin cuidado o se almacenan de manera incorrecta. Guardarlas en bolsillos o bolsas de ropa, explicó, puede derivar en encendidos accidentales con consecuencias serias.
Durante las fiestas navideñas y de fin de año, los hospitales registran un aumento considerable de pacientes con quemaduras en manos, rostro y extremidades, así como lesiones que abarcan amplias zonas del cuerpo.
Ante un accidente por pirotecnia, Inzunza Leyva recomendó actuar de inmediato: lavar la zona afectada únicamente con agua fría y evitar el uso de remedios caseros como pasta dental, tomate o cremas, ya que pueden agravar la lesión.
Finalmente, las autoridades insistieron en que la mejor forma de prevenir tragedias es optar por celebraciones sin pirotecnia y priorizar la seguridad de niñas, niños y adultos durante estas fechas.
