Las sirenas antiaéreas encabezaron el homenaje a las 3 mil 326 víctimas mortales que dejó el coronavirus en China, entre ellos los 14 “mártires”.
La bandera ondeaba a media asta cuando China se detuvo tres minutos para rendir un homenaje a las más de 3 mil víctimas que perdieron la batalla luchando contra el Covid-19, dejando al país en un silencio doloroso de una lucha que hasta el momento continúa.
El sábado 4 de abril a las 10:00 hora local (02H00 GMT) empezaron a sonar las sirenas antiaéreas como un recordatorio para que los ciudadanos de China suspendan sus actividades y guarden un silencio nacional en homenaje a las 3 mil 326 víctimas de la pandemia del coronavirus.
Trenes, navíos y automóviles se detuvieron en las calles de China e hicieron sonar sus bocinas. Los peatones inclinaron su cabeza hacia el edificio principal de cada región en recuerdo a los caídos que dejó el coronavirus, donde solo se escuchaba el dolor de los sobrevivientes.
El presidente de China, Xi Jinping, no perdió la oportunidad de “borrar sus pecados” cometidos al esconder los primeros casos y callar al doctor que advirtió de la pandemia, por lo que junto a otros funcionarios se paró frente a un completo de gobierno de Beijin, con flores blancas, para honrar a los muertos y especialmente a las 14 víctimas consideradas “mártires”, un titulo honorífico otorgado a los médicos que murieron luchando contra el coronavirus.
Aunque muchos expertos auguran que el número de víctimas mortales podría aumentar en el gigante de Asia, China afirma haber frenado la propagación del coronavirus.
El gobierno anunció una posible segunda ola de contagios en China debido al creciente número de casos de coronavirus por el aumento de ciudadanos que llegaban del extranjero tras el cancelamiento de las medidas implementadas sobre el ingreso al país.