Doña Julia orgullo mocoritense y de Sinaloa

Sinaloa (Paher Portal).- Una vez más el municipio de Mocorito destaca gracias a los méritos de sus hijos. Y es que, esta mañana, la alfarera Juliana Zepeda Pérez mejor conocida como Doña Julia, orgullosamente una mujer mocoritense de la comunidad de El Valle; fue la elegida para el Premio a la Mujer Rural de Sinaloa 2022, quien hoy fue galardonada mediante Sesión Pública Solemne de la LXIV Legislatura del Congreso del Estado de Sinaloa.

Con medalla, entrega de reconocimiento e incentivo económico, fue premiada oficialmente para convertirse en orgullo de los sinaloenses. Misma que se hizo acompañar de sus familiares, vecinos, amigos, funcionarios municipales, profesores del plantel Cobaes y la propia presidenta municipal de Mocorito, María Elizalde Ruelas, quien una vez concluida la sesión, expresó su felicitación para la galardonada y destacó el histórico momento, como un mérito que los llena de orgullo como municipio, ya que el noble espíritu, vocación creativa, buenos sentimientos y capacidad humana para dar lo mejor de ella y transmitir sus conocimientos para conservar esa cultura ancestral de trabajar el barro de manera artesanal, misma que ella tuvo el honor de heredar y que hoy comparte con el único interés que le provoca el amor por su tierra y comunidad.

Mientras que Doña Julia previamente desde la tribuna del Congreso del Estado de Sinaloa, lugar donde fue premiada, expresó su gran felicidad con lágrimas de emoción, emitió bonito y sincero mensaje en el que resumió las etapas de su vida y proceso que la llevó a convertirse en una de las artesanas alfareras más destacadas no solo de Mocorito y la región del Évora, sino del estado de Sinaloa. Eso, además de agradecer a las autoridades legislativas, estatales y municipales, pero también no perdió oportunidad para pedir apoyos para los artesanos de todo Sinaloa y con ello fortalecer y no dejar morir un si fin de oficios que se siguen practicando en las comunidades.

Para conocer más sobre esta gran mujer, cabe mencionar su semblanza de vida, la cual se resume de la siguiente manera:
Doña Julia, como es conocida en su comunidad, es hoy en día la única artesana alfarera que sobrevive en la región de Mocorito, donde nació y radicó desde muy niña, en la comunidad de El Valle de Arriba.

Es una “preservadora de este oficio que ha trascendido en el tiempo e identifica a su pueblo”. Definida como “una digna representante de las mujeres de las comunidades rurales, de esas mujeres de arraigo y coraje para proseguir con la faena, de alto sentido de responsabilidad y del honor que implica portar la distinción de ser actualmente la artesana más importante de un pueblo tan viejo y tradicional”.

Doña Julia recuerda con alegría y nostalgia en su mirada, que tenía unos 9 años de edad cuando vendió su primera vasija. Su abuela le heredó el nombre y el oficio, le ayudó a lograr su primera pieza de alfarería.
Descubrió entonces una forma de olvidar las tristezas y al mismo tiempo un medio de obtener ingresos para sostener a su familia, junto a su esposo, quien murió hace ya casi cuatro años, y con quien compartió su vida y el amor al arte de la alfarería.

También es considerada como ejemplo de perseverancia y el trabajo constante, ya que en el 2006 concluyó sus estudios de primaria, y obtuvo su certificado de secundaria a los 52 años.

El arte de la alfarería de doña Julia fue reconocido en 2014 por la Secretaría de Cultura Federal, dentro del Programa de Acciones Culturales Multilingües y Comunitarias (PACMYC), con el proyecto “Siguiendo mi tradición en mi pueblo”, colocando el nombre Sinaloa en alto, y el de su natal Mocorito.

Sabedora de que el arte es también continuidad, Doña Julia se ha preocupado siempre por enseñar el trabajo artesanal de elaborar piezas de barro, que le fue transmitido hace tantos años. Imparte pláticas, cursos y talleres tanto a niños, jóvenes y viejos, para que esta tradición no se pierda.

Propuesta a sus 69 años para este galardón por el Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa, con sede en Mocorito. Elegida de entre 17 mujeres excepcionales, que sin conocerse las hermana su sentido de pertenencia con su lugar de origen, fieles guardianas de tradiciones milenarias, erigiéndose como ejemplos a seguir por las nuevas generaciones.

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