La enfermedad de Parkinson es un padecimiento crónico y progresivo que puede llegar a ser difícil de diagnosticar en un principio.
Los síntomas motores como lentitud, rigidez, temblor o problemas de la postura/equilibrio pueden tardar más de una década en aparecer, después de algunos otros síntomas como la pérdida del olfato, trastornos del sueño o estreñimiento. Es frecuente que exista un retraso en el reconocimiento de estos síntomas y por ello, su diagnóstico es difícil de establecer de manera rápida.
El Dr. Héctor Rubén Martínez Hernández, neurólogo especialista en Parkinson y trastornos del movimiento del Centro Médico ABC señala que en México una de cada 100 personas mayores de 60 años tiene enfermedad de Parkinson. Es una condición que se presenta cuando las neuronas enfocadas en la producción de la dopamina, uno de los neurotransmisores más importantes, que entre sus funciones está el control adecuado de los movimientos, mueren lentamente.
¿Cómo se vive el Parkinson?
Se podría considerar el Parkinson como un problema de movilidad y en específico de lentitud. Una tercera parte de las personas con Parkinson no padecen temblor pero sí sufren lentitud y rigidez en los músculos, problemas de postura como encorvamiento, y pueden caminar con pasos lentos, cortos o arrastrando los pies. La rigidez puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo y generar una sensación de “estar tieso”, con dolor y limitaciones en la amplitud del movimiento.
Existen algunos síntomas que pueden alertarnos de la aparición de la enfermedad de una manera temprana, por ejemplo, el actuar físicamente mientras soñamos en una etapa del sueño donde lo normal es permanecer inmóviles.
El Dr. Héctor Rubén Martínez Hernández, señala que también existen manifestaciones como pérdida del olfato, problemas en el habla, esto significa que la persona con Parkinson comenzará a modificar su volumen de voz, la velocidad de expresión e incluso, la manera en la que se exprese se vuelve monótona, al no seguir los patrones de emoción que son habituales en esta actividad; el reconocimiento de estos síntomas es fundamental para que no se considere que son normales en las personas mayores.
Es importante mencionar que si uno de estos signos o síntomas se presenta de manera independiente, no necesariamente significa que hay Parkinson, pero en caso de que se presenten dos o más, se recomienda tomar una consulta con un médico especialista para realizar una revisión más minuciosa.
Cualquier persona puede llegar a desarrollar la enfermedad de Parkinson
Al día de hoy se desconoce el origen de esta enfermedad, aunque se ha detectado, en alrededor del 10% de los casos, variantes genéticas como causa de la enfermedad.
Existen también otros factores de riesgo que potencian la aparición de este padecimiento. El más relevante es la edad, aunque existen casos poco frecuentes de adultos jóvenes o niños con la enfermedad de Parkinson, en la mayoría de los casos se presenta en personas mayores a los 60 años y conforme se va envejeciendo, el riesgo también va aumentando.
Otro factor de riesgo es el género, aunque tanto hombres como mujeres pueden llegar a presentar esta enfermedad, es mayor la proporción de hombres afectados.
El Parkinson puede tratarse con medicamentos
Lograr diagnosticar la enfermedad de Parkinson requiere de un médico especialista en este padecimiento, debido a que muchos de sus síntomas se pueden confundir con otras condiciones o sencillamente ser considerados como algo natural y normal por la edad de las personas.
Para llegar a un diagnóstico de Parkinson acertado, el médico, además de su experiencia e investigación clínica, podrá solicitar diferentes estudios como una resonancia magnética, pruebas de laboratorio u otros estudios de imagen. Posterior al diagnóstico correcto, el médico se enfocará en la búsqueda del mejor tratamiento para cada paciente, que se basará en los síntomas existentes y la intensidad de la enfermedad.
Aunque la enfermedad no tiene cura, existen diferentes tratamientos de Parkinson que ayudarán a los pacientes a reducir la velocidad de su progresión, a controlar los síntomas y también para tratar los efectos secundarios que pudiera llegar a tener.
Existen diferentes etapas del tratamiento para las personas que viven con Parkinson, esto incluye cambios en el estilo de vida, fisioterapia para ayudar a aminorar los efectos negativos de los síntomas y aprender nuevas formas de realizar los movimientos corporales.
Como principal tratamiento para esta enfermedad se encuentra el uso de fármacos que ayudarán a controlar los problemas al andar, los movimientos y los temblores. Sin embargo, el tipo de medicamento, la dosis y el tiempo de duración del tratamiento dependerá de cada paciente y el médico tratante será el encargado de indicarlo.
Para algunos pacientes, la cirugía puede convertirse en una alternativa de tratamiento para minimizar las complicaciones de la enfermedad y efectos adversos de los medicamentos y mejorar la calidad de vida que los regrese, incluso, a la vida laboral.
La importancia de acudir a centros especializados
Sin duda, la principal razón por la que se debe buscar atención especializada es para acortar los tiempos de diagnóstico y contar con tratamientos efectivos y eficaces que le devuelvan calidad de vida a las personas.
La Clínica de Parkinson y Trastornos del Movimiento del Centro Médico ABC cuenta con un equipo de profesionales de la salud con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento del Parkinson y otros trastornos del movimiento. Además, el paciente accederá a servicios de rehabilitación especializados y complementarios e importantes en su tratamiento con este padecimiento.
Sin importar la etapa de la enfermedad, en la Clínica de Parkinson y Trastornos del Movimiento ABC podrás encontrar tecnología y el equipo humano para cubrir todas las necesidades que surgen con este padecimiento incluyendo neurólogos, geriatras, neurocirujanos, fisioterapia y el manejo integral para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Con Información de El Heraldo de México