En Sinaloa no hay dinero para atender adicciones, pero destinan millones a comunicación social

Mientras que en Sinaloa se produce, se trafica y se consume más drogas, las autoridades invierten mínimo presupuesto en atención a pacientes farmacodependientes.

 

Luis Ángel era un niño común, vivía en la colonia Universidad 94, al norte de Culiacán, hijo de madre soltera y familia disfuncional, no sacaba buenas calificaciones pero tampoco era mal estudiante. Era conocido como “El Chiquilín” por los amigos de la cuadra, con quienes jugaba a la pelota y las escondidas cada tarde.

Íbamos en la secundaria cuando empezamos a escuchar que fumaba mariguana, después supimos que era él el que se metía a robar a las casas, después de eso se fue de la colonia y ya no supe nada”, relató Emma, amiga de la infancia de “El Chiquilín”, a quien 10 años después reconoció mientras sacaba comida de un bote de basura afuera de un supermercado.

El consumo de drogas había truncado su futuro, pasó a vivir en las calles y alimentarse de desechos de basura como muchos jóvenes que se observan en plazuelas, banquetas, iglesias o en vialidades pidiendo dinero para continuar drogándose.

Sinaloa es el segundo estado de la República con más decomisos de drogas, como cocaína, fentanilo, metanfetamina y precursores para producirla. El 7 de julio del 2022 Culiacán fue noticia nacional, se había realizado un decomiso histórico de 138 mil kilos de precursores para producir fentanilo, dos meses más tarde la Fiscalía General de la República decomisó más de medio millón de pastillas de fentanilo en la ciudad de Los Mochis.

Mucha de la droga que se produce en el estado o que va de Centroamérica hacia Estados Unidos se queda en Sinaloa, se vende en las calles y es consumida en su mayoría por jóvenes de entre 18 y 35 años, quienes eventualmente desarrollan una dependencia y para continuar consumiendo delinquen en las calles.

Muchos de los que están en la penitenciaría tienen que ver con las drogas, porque cometen homicidio bajo el efecto de las drogas, sí hay violencia intrafamiliar o un accidente (de tránsito) es porque están drogados, las drogas y el alcohol tienen mucho que ver con la comisión de un delito”, explicó Efraín Vega Pérez, quien ha estudiado el tema desde hace 16 años y es asesor jurídico del Movimiento Sinaloense contra las Adicciones.

Atención deficiente

La Comisión Estatal para la Prevención, Atención y Tratamiento de las Adicciones (Ceptca) brinda atención ambulatoria a pacientes con problema de consumo de drogas, cuenta con médicos, psicólogos y trabajadoras sociales que ofrecen atención gratuita.

El tratamiento consiste en asistir a citas médicas, sin embargo, si el terapeuta receta algún medicamento el paciente debe adquirirlo por fuera, medicamentos que suelen estar fuera del alcance de las familias de escasos recursos, razón por la que muchos pacientes no concluyen el tratamiento.

Al momento de la entrevista la Comisionada de Ceptca, la doctora Martha Alicia Torres Reyes comentó que no tenía el dato de los pacientes que están siendo atendidos en este momento en las Unidades Especializadas Médicas, Centro de Atención Primaria a las Adicciones (Uneme Capas), pero informó que diariamente se ofrecen alrededor de 5 consultas en cada una de las 14 unidades.

Tampoco tenía el dato de los pacientes que son dados de alta, por lo que se desconoce la eficiencia e impacto en la sociedad de este programa de orden federal.

Según datos del Movimiento Sinaloense contra las Adicciones, en Sinaloa hay 250 anexos, clínicas y centros de rehabilitación que cumplen con la norma 028 y son reconocidos por la autoridad Estatal (Coepriss) y Federal (Conadi), el 30 por ciento de estos se encuentran en Culiacán, donde en este momento hay alrededor de 2 mil 500 jóvenes en el proceso de rehabilitación.

Con Información de El Sol de Sinaloa

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