Estudio médico revela cuál es el primer sentido que las personas pierden cuando están a punto de morir

El ser humano tiene cinco órganos de los sentidos: la piel, los ojos, los oídos, la nariz y la lengua. Con ellos podemos tocar, ver, captar, percibir y saborear

Impresionantes declaraciones han salido de los médicos en una última investigación. Como todos sabemos, el ser humano tiene cinco órganos de los sentidos: la piel, que permite el tacto; los ojos, que proporcionan la vista; los oídos, que captan los sonidos y controlan el equilibrio; la nariz, que percibe los olores; y, la lengua, que distingue los sabores. Ellos revelan que a momentos en el que estamos al borde de la muerte, un primer sentido “se pierde” y que incluso llevan un orden en particular. Los científicos modernos pueden descifrar esto debido a la capacidad de los medicamentos para mantener a una persona en la fase de “muerte activa” por más tiempo.

¿Cual es el primer sentido que se pierde?

De acuerdo con los médicos, cuando las personas están a horas de morir van perdiendo sus sentidos uno a uno. Y es que solo hay datos limitados para poder respondernos todas las preguntas sobre cómo es que se siente una persona moribunda y cuáles son sus experiencias en sus últimos alientos. Esto es porque se habla desde la muerte con una perspectiva emocional, pues participan la familia, los amigos y los médicos que intentan salvarle la vida a un paciente, en lugar de que estos relaten su experiencia, por obvias razones.

Incluso, a menudo están demasiado enfermos, somnolientos o inconscientes para dar una respuesta. Y así todo permanece algo envuelto en misterio. De hecho, hasta hace aproximadamente un siglo, la muerte ocurría muy rápidamente. La medicina moderna permitía que los pacientes murieran gradualmente a causa de enfermedades persistentes. Para la mayoría de las personas que mueren de esta manera, se produce un deslizamiento rápido y repentino alrededor de los últimos días de vida, conocido como “muerte activa”.

James Hallenbeck, especialista en cuidados paliativos de la Universidad de Stanford, dijo que las personas tienden a perder los sentidos y los deseos en cierto orden. Escribiendo en Palliative Care Perspectives —su guía de cuidados paliativos para médicos—, dijo que lo primero que se pierde es el hambre y luego la sed. A continuación se pierde el habla, seguida de la visión, que sería el primer órgano del sentir a extraviar.

“Los últimos sentidos en desaparecer suelen ser el oído y el tacto.” puntualizó James Hallenbeck.

La vista es el primer sentido que se pierde, pero… ¿qué más le ocurre al cerebro?
También hay una sugerencia popular de que las personas ven una luz brillante cuando mueren. O sea que quedan cegados al momento de “partir al otro mundo”. De hecho, el director del Centro de Investigación de Lesiones Cerebrales de la UCLA, David Hovda, dijo que el cerebro “comienza a sacrificar áreas que son menos críticas para la supervivencia”, así lo informó a The Atlantic.

A medida que el cerebro comienza a cambiar y comienza a morir, diferentes partes se excitan, y una de las partes que sobre sale de más es el sistema visual, y ahí es donde la gente empieza a ver la luz”, externó.

Esta en realidad termina siendo una agudización de algunos de los sentidos que parece respaldar lo que los científicos saben sobre la respuesta del cerebro a la muerte. Por su parte, Jimo Borjigin, neurocientífico de la Universidad de Michigan, notó que justo antes de que los animales mueran, los neuroquímicos en el cerebro surgen repentinamente. Los científicos ya sabían que las neuronas del cerebro continúan disparando después de la muerte, pero esto era diferente: las neuronas secretaban nuevas sustancias químicas en grandes cantidades.

Jimo Borjigin dijo que los sobrevivientes de un paro cardíaco describen una “experiencia increíble en su cerebro” en la que ven luces y todo es “más real que real”. En las horas finales, los pacientes habrán dejado de comer y beber, y habrán perdido la visión, antes de cerrar los ojos y parecer dormidos. Por su parte, James Hallenbeck dijo que a partir de los últimos minutos que tenemos antes de la muerte, “solo podemos inferir lo que realmente está sucediendo”.

Mi impresión es que esto no es un coma, un estado de inconsciencia, como piensan muchas familias y médicos, sino algo así como un estado de sueño.”, finalizó.

Con Información de El Heraldo de México

Deja un comentario