“La reingeniería que impulsa la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) se divide en dos ejes fundamentales: uno financiero y otro académico”, afirmó el maestro en ciencias Sergio Mario Arredondo Salas, Secretario Académico Universitario (SAU), al detallar que este proceso busca garantizar la estabilidad de los derechos laborales y modernizar la oferta educativa, con una visión estratégica que asegure el desarrollo de la comunidad universitaria en el presente y el futuro.
En el ámbito financiero, precisó que el objetivo es dar sustento sólido a las prestaciones y garantías laborales de las y los trabajadores, para que no solo estén registradas en documentos, en un contrato colectivo o en una norma, sino que cuenten con un respaldo económico tangible y permanente.
Arredondo Salas reconoció que este proceso ha generado inquietudes, pero subrayó que se ha diseñado con responsabilidad, transparencia y respeto a la normatividad, atendiendo a todas las voces.
He escuchado a compañeros legítimamente preocupados por este escenario (…) pero esta propuesta tiene un sustento no solo financiero, sino también normativo, con el objetivo de hacer fuerte el derecho del trabajador, principalmente del jubilado”.
En el eje académico, expuso que la reingeniería propone una actualización profunda de la estructura educativa para responder a las necesidades actuales y emergentes de la sociedad y los sectores productivos: esto incluye programas profesionalizantes, modalidades virtuales e híbridas, y una oferta más flexible y pertinente para las y los estudiantes.
Apuntó que se contempla una reorganización de la estructura académica, con el propósito de optimizar recursos humanos y elevar la calidad institucional; esta medida no busca cerrar unidades académicas, sino integrarlas estratégicamente para fortalecerlas, aseguró.
Tenemos programas desplazados o extensiones que no cuentan con un referente académico o administrativo que les permita gestionar; tenemos que hacer un esfuerzo por organizarnos e irlos integrando para que tengan un mejor presente y futuro”.
De cara a la consulta universitaria del próximo 10 de octubre, invitó a la comunidad a informarse y participar activamente, promoviendo el diálogo y la diversidad de pensamientos, pues reiteró que este proceso no busca afectar a nadie, sino consolidar una universidad más fuerte, equitativa e innovadora, capaz de responder a los desafíos actuales y del porvenir.
Acudan a sus vicerrectores, generen foros, asambleas, reuniones y espacios de diálogo para disipar dudas, y que todos como universitarios lleguemos al 10 de octubre con una visión clara de la propuesta y de su postura, que será respetada invariablemente. La universidad es pluralidad”.