El cohete de la compañía SpaceX, propiedad de Elon Musk, estuvo a punto de tener una colisión con un objeto volador no identificado (ovni), según lo admitió la propia Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
Este hecho ocurrió cuando SpaceX y la agencia espacial norteamericana lanzaron con éxito a cuatro astronautas a bordo de la nave espacial Crew Dragon, que el pasado 23 de abril despegó del Centro Espacial Kennedy, en La Florida.
Mientras se dirigían a la Estación Espacial se les notificó de una probable colisión con un objeto no identificado.
“El equipo de la NASA/SpaceX fue informado de la posible conjunción por el Comando Espacial de los Estados Unidos”, reveló la portavoz de la NASA, Kelly Humphries.
Por esta razón se aconsejó a los astronautas que se colocaran sus trajes presurizados en caso de un impacto, puesto que no les daría tiempo de hacer una maniobra para esquivarlo, aunque a último momento no fue necesario.
“La posibilidad de la conjunción se acercó tanto al tiempo de aproximación más cercano que no hubo tiempo para calcular y ejecutar una maniobra de evasión de escombros con confianza”, aclaró Humphries.
Luego del extraño acontecimiento se supo que el ovni se encontraba a una distancia de 45 kilómetros de la nave SpaceX, por lo cual no hubo un peligro serio de impacto y el cohete pudo llegar a la Estación Internacional, sin ningún otro contratiempo.
Hasta ahora no se ha podido identificar de qué tipo de objeto se trataba; en tanto el Pentágono ha dicho que se está investigando el caso.