Es obligado vigilar que los recursos que se aplican vía políticas públicas y programas atiendan las necesidades de la población y doten a ésta de bienestar y desarrollo, pues en caso contrario generarán pobreza y desigualdad, señaló la diputada Verónica Guadalupe Bátiz Acosta.
La presidenta de la Comisión de Planeación y Desarrollo del Congreso del Estado de Sinaloa, encabezó reunión de trabajo con personal de la Auditoría Superior del Estado (ASE), en la que estuvo acompañada por la diputada Concepción Zazueta Castro y el diputado Adolfo Beltrán Corrales, secretaria y vocal, respectivamente.
“La sociedad sinaloense –explicó– depende en gran manera del desempeño que tiene el gobierno tanto en la recepción como en la ejecución de los recursos que proceden de los ciudadanos, con las políticas públicas y cada programa gubernamental que derive de ellas”.
Es por eso, expuso, que diputadas y diputados tienen la responsabilidad de fortalecer sus conocimientos y criterios para mejores tomas de decisiones en los procesos de aprobación de las cuentas públicas y aprobación de los presupuestos de ingresos y egresos.
Asimismo, consideró que en Legislaturas anteriores la Comisión de Planeación y Desarrollo no había actuado más activamente al etiquetarse recursos, así como en la asignación y aprobación de presupuestos con base en resultados y el desempeño de programas.
En esta segunda reunión, el personal de la ASE estuvo encabezado por su titular, Emma Guadalupe Félix Rivera, y se analizaron dos casos de auditorías de desempeño, cuyo objetivo es verificar el cumplimiento de los objetivos y metas contenidos en los programas estatales y municipales, mediante la estimación o cálculo de los resultados, así como las consecuencias o efectos en la población.
La titular de la ASE, Emma Guadalupe Félix, puntualizó que las auditorías del desempeño permiten evaluar la calidad de los servicios que se prestan, así como si el manejo de los recursos públicos fue eficiente.
Durante la reunión de trabajo se analizaron dos casos de auditorías de desempeño, que correspondieron al Instituto Sinaloense de la Cultura y a la entonces Secretaría de Desarrollo Sustentable, en sus correspondientes programas de difusión de la cultura y de combate a la contaminación atmosférica.