Irán es un país especialmente afectado por los sismos, al encontrarse la mayoría de su territorio sobre fallas geológicas importantes.
Un sismo de 5.1 grados de magnitud azotó este jueves el norte de Irán, causando pánico entre los habitantes de Teherán, la capital de la República Islámica, quienes tuvieron que salir a las calles por temor a derrumbe de edificios.
El sismo se registró cerca de las 00:45 horas a 61 kilómetros de la capital y duró varios segundos, según el Centro Sismológico Europeo-Mediterráneo, que inicialmente reportó un movimiento de 4.8 grados.
El movimiento telúrico se percibió al este de Teherán, con la misma magnitud, aunque no se han reportados incidentes ni daños mayores. El sitio web del Centro Sismológico de la Universidad de Teherán permaneció inaccesible.
De acuerdo con datos preliminares, el incidente se presentó a una profundidad de siete kilómetros. Medios locales informaron que no se han registrado efectos visibles en la capital iraní, donde un temblor de similar magnitud (5.2 grados) tuvo lugar en 2017, sin ningún daño material ni pérdida de vidas.
En redes sociales han circulado imágenes presuntamente tomadas luego del sismo, en las cuales se observa a decenas de personas saliendo a las calles como medida de prevención tras el incidente.
Irán es un país en permanente riesgo de sufrir temblores, debido a que el 90 por ciento de su territorio se encuentra atravesado por grandes fallas geológicas, por lo que su actividad sísmica es particularmente activa en Oriente Medio.
El pasado 23 de febrero, varias poblaciones en la zona fronteriza entre Irán y Turquía sufrieron los destrozos provocados por un sismo de magnitud 5.7, dejando decenas de lesionados. Otros dos sismos de magnitud 4.9 y 4.5 ocurrieron al sur del país a principios de enero.