La discriminación hacia las personas de la comunidad de la diversidad sexual y de género se debe a la falta de información, a las creencias cimentadas de lo que se supone la sociedad considera lo que debe ser y lo que sale de la norma, aunado a la cultura patriarcal en el país, apuntó la especialista en psicología de la salud, la doctora Liliana Jazmín Salcido Cibrián.
La docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) explicó que la desinformación, las creencias y la falta de aprendizaje hacia la diversidad sexual mueven el statu quo de las personas, es decir, aquello que considera que es lo que debería de estar dentro de una sociedad, manifestando conductas de rechazo hacia aquellos que pertenecen a la comunidad.
No estamos informados a qué nos referimos, nos negamos, por ejemplo, a esta movilización de esquemas, el hecho de nombrar a una persona trans como te lo solicita en los espacios que son públicos y que de alguna manera nosotras nos podemos poner un poco reacios a decir no, no debe de ser así porque tú tienes un nombre, tú parecieras que, entonces ahí es donde hacemos este choque, entonces creo que como personas es nuestra obligación como seres humanos ahora sí que informarnos al respecto de las temáticas”, señaló.
Indicó que, aunque como sociedad se está en el momento justo para comprender de manera empática, compasiva y sensible a las personas de la diversidad sexual y de género, conociendo cómo es que estas se expresan para lograr su aceptación, la cultura patriarcal aún continúa teniendo estragos al considerar roles establecidos de hombre y la mujer y las funciones que se supondría que tendrían que ejercer.
El hecho de nacer, existir y ya estar aquí tenemos un derecho, la cuestión es que, ahora por desgracia, por esta parte patriarcal, tenemos que hacer estas distinciones como los derechos reproductivos de la mujer, como el matrimonio igualitario, entonces tenemos que poner como estas etiquetas muy claras en la ley para que éstas puedan favorecer a las minorías”, mencionó.
La investigadora compartió que, aunque se ha tenido avances significativos en materia de protección de derechos humanos de la comunidad LGBTTTIQ +, todavía falta mucho por hacer, destacando la importancia de iniciar desde casa a fortalecer el valor del respeto, a practicar la empatía para construir una sociedad más justa e igualitaria.
En ese sentido, señaló que la Casa Rosalina ha creado la Unidad de Atención a la Diversidad Sexual, en el Centro de Políticas de Género para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, espacio desde el cual se busca es que la comunidad universitaria tenga conocimiento de cuáles son sus derechos, las formas de expresarse recibiendo la atención por psicólogas o psicólogos que trabajan con perspectiva de género.
Ahora sí que vamos sumando y nosotros desde el cuerpo académico de Procesos Psicológicos, Psicosociales y de Salud Mental colaboramos tanto con el Centro de Políticas y con la unidad de atención para precisamente brindar atención psicológica a las personas que los requieren ya sea de la comunidad de la diversidad sexual o aquellas que están enmarcadas por la violencia”, manifestó.