Los carnavales de Guamúchil, historia y tradición – Primera Parte

La era moderna del Carnaval Guamúchil, inició en 1973 y su primera reina fue Inelva Díaz, a lo largo de los años, bellas mujeres alvaradenses han portado la corona de las fiestas del Rey Momo, Paher publicará a partir de hoy, el primero de tres trabajos que recopilan el acontecer de este evento

PRIMERA PARTE

Guamúchil, Sinaloa.- Los carnavales de Guamúchil se han destacado a nivel estatal, incluso nacional, por su alegría popular, gran derroche de algarabía, colorido, música, la belleza femenina representada en sus reinas y el impulso que las autoridades le han dado para que cada año crezca y se consolide más.

Este festejo popular es el segundo más importante de Sinaloa, por el gran apoyo que le han aportado los clubes y agrupaciones sociales, instituciones educativas, ciudadanos que cada año participan en éste, que se han convertido en íconos de estas fiestas y por la autoridad municipal en turno.

Este 2020 se celebrará del 20 al 25 de febrero con el tema Las Maravillas de la India y le corresponderá encabezarlo a alcade Carlo Mario Ortiz Sánchez, quien en coordinación con el presidente del patronato, Ebelizario Parra Montoya, se han comprometido a que esta edición número 48 esté mejorada.

“Estamos valorando que todos los carros que vamos a elaborar estén iluminados, de hecho, queremos ver si retrasamos un poco más el Carnaval, que no empiece tan temprano para que puedan lucir más los carros, vamos a tener una serie de mejoras, se van a poner gradas para que la gente pueda estar de una manera más cómoda”, comentó en días pasados el presidente municipal.

HISTORIA. En 1920 se realizó la primera fiesta carnestolenda en esta ciudad, y su soberana fue María Díaz Angulo, posterior a ello se cancelaron las fiestas del Rey Momo e inició un largo receso que terminó en 1973, y comenzó lo que es la era moderna de este tradicional festejo.

En el seno del desaparecido Club del Costal (ubicado en el bulevar Rosales entre Ferrocarril e Independencia), en una sesión ordinaria de principios de 1973 en la que se encontraban reunidos poco más de 20 socios, surgió la idea de revivir el carnaval.

Uno de los costalinos soltó la frase, “¡haremos un carnaval, hombre!”, esto sonó como una “puntada” para los reunidos, entre ellos don Jorge Aguilar Castro, José Betancourt, Maximiliano Castro, entre otros, por lo que la propuesta se formalizó de inmediato y los socios expresaron: “De aquí para allá es una planilla y de aquí para allá otra”.

Esta fue una manera democrática de integrar a los grupos contendientes, los Rojos y los Verdes y rápidamente se integró una comisión que acudió a dialogar con el entonces presidente municipal, Florentino Camacho Rivera, quien dio luz verde y todo el apoyo de su gobierno para el inicio de las fiestas.

De este modo comenzó la competencia y para ello, los socios del club pionero del carnaval moderno invitaron a participar como candidatas a las bellas jóvenes Inelva Díaz López y Kukis Koutroulares. La primera se convirtió en la reina de las fiestas y la segunda presidió los Juegos Florales.

El baile del último cómputo se llevó a efecto en el Club Hacha, donde las pasiones se desbordaron, la diversión la vivieron al máximo los socios del Club del Costal junto con sus esposas y el resto de los asistentes.

En esta primera fiesta, el pueblo guamuchilense tuvo una importante participación, la gente se volcó a las calles a ver los carros alegóricos, las comparsas y frente al templete para disfrutar de los grupos musicales y cantantes.

Una característica especial de aquel primer carnaval, fue que se esperaba obtener una ganancia económica de 50 mil pesos y la cantidad se elevó a más de 300 mil; con dichas utilidades se compraron los vestidos de las reinas, se pagaron los honorarios de los artistas y el resto se aplicó en la rehabilitación total del abandonado parque municipal.

Desde que los socios del Club del Costal iniciaron con la fiesta, tenían muy claro el propósito de que las ganancias se aplicarían en obra social y por ello se creó el Comité Central del Carnaval, que se encargaba de administrar los fondos.

Al año siguientes, los socios del Costal invitaron a otros clubes a participar en el carnaval, pero ellos siempre encabezaron la Planilla Verde y los del Club de Leones, la Roja.

Carlos Alberto “Titío” Rochín Gastélum, socio del club, recuerda que el que comandaba a todos los integrantes costalinos y le ponía una chispa especial al carnaval, fue don Francisco “El Tigre” Pineda, por lo que lo nombraron gobernador vitalicio de la agrupación social y desde el primer carnaval se convirtió en un ícono de la fiesta del Rey Momo en Guamúchil.

Espera la segunda parte…

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