Investigadores del noroeste del país se reunieron en lo que fue el primer Simposio de la Palomilla Cuatro Espejos, evento organizado por el Jardín Botánico de la ciudad de Los Mochis Benjamín Francis Johnston. Una actividad que reunió a esta comunidad científica de distintas instituciones, cuyo objetivo fue compartir experiencias en relación a la conservación de esta especie endémica.
Bladimir Salomón Montijo, responsable del mariposario de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa, compartió que algunas de las indagaciones que ellos realizan está ligada a la parte reproductiva de la especie, apoyados por las estudiantes Alejandra Ramos y Yonara Rodríguez.
Están realizando estudios sobre la introducción, cuándo tenemos demasiada producción de larvas vamos y liberamos de manera controlada en diferentes partes de las marismas de la parte costera del estado y Yonara Rodríguez está caracterizando cada uno de los estadios larvarios por los que pasa la mariposa cuando es larva, desde sus días, crecimiento y peso por día; dos temas que están desarrollando”, compartió.
En los más de 15 años que lleva este proyecto, señaló, un sello que hoy los caracteriza es también la investigación, además de la reproducción, puesto que han surgido de este proyecto poco más de 20 tesis.
Orgulloso hoy de estos frutos, reconoció la gran labor y visión de Gilberto Márquez Salazar, pionero de este proyecto, del cual hoy han surgido el resto de los mariposarios que se tienen en el noroeste del país siendo un pie de reproducción de esta especie endémica de nuestro estado, motivo que le valió ser reconocido en este evento gracias a sus aportes.
De su participación en este evento, compartió con investigadores y estudiantes el proceso jurídico y administrativo ante el Instituto de Ecología y Cambio Climático, para que fuera incluida en la norma 059 por su estatus de amenazada en el que está.
Del impacto de unir esfuerzos por la conservación de la especie con este tipo de eventos, el principal éxito es estar reunidos por un objetivo, que es conservar a esta especie, además de compartir conocimiento, hacer educación ambiental a través de los mariposarios, y lo más trascendental, que los estudiantes regresen con nuevos conocimientos, pero sobre todo con las ganas de seguir conservando a esta especie.
Entre las contribuciones que tienen, dijo, es el apoyo para seguir reproduciendo y liberar dado que por cuestiones climáticas en algunas situaciones la producción es baja, por lo que se tienen retos en los cuales se tienen que trabajar y llegar en conjunto a mejor puerto.